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Las cifras hablan: 21.000 personas voluntarias pasaron por La Rambleta, donde se descargaron 200.000 kilos de comida, bebida y material. Más de 350 ... furgonetas y camiones de donantes. Se prepararon y distribuyeron 19.000 raciones de comida para los voluntarios, 3.600 pares de botas, 2.800 palas y rastrillos, 19.000 pañales… La solidaridad, el deseo de ayudar a los demás, ese sentimiento tan grande que se despertó sólo horas después de la tragedia del 29 de octubre de 2024 no puede, ni debe olvidarse. Va a quedar registrado en un documental que Rambleta presentará el próximo 18 de junio.
La obra lleva por título 'Voluntarios: la riada silenciosa'. Se proyectará simultáneamente en el teatro de Rambleta, en el RAM Club y en la misma plaza donde todo comenzó. El acceso será gratuito, mediante descarga de invitación a través de la web de Rambleta. Tras la proyección, el público está invitado a un encuentro en la plaza, un brindis colectivo por la memoria, la gratitud y la fuerza de una comunidad que supo estar a la altura, tal como han destacado desde Rambleta.
El documental se detiene en esa otra riada, la que protagonizaron los voluntarios. Lo hace con una mirada íntima y respetuosa a aquellos días frenéticos que siguieron a la catástrofe.
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En el trabajo audiovisual aparecen varios protagonistas de una película que reconstruye una historia colectiva de generosidad. Es el retrato de una experiencia que nació de la organización espontánea, de la suma de muchas decisiones individuales que se convirtieron en una voluntad colectiva. Miles de personas, en gran medida jóvenes, se movilizaron obedeciendo a decisiones individuales que actuaban al margen de las instituciones.
Cada uno de ellos contribuyó a poner rostro a la generosidad. Había personas físicas, hombres y mujeres que ponían nombre. Pero también empresas y organizaciones que aportaron todo cuanto estuvo en sus manos.
Es la realidad que recoge 'Voluntarios: La riada silenciosa', que no es ni más ni menos que la que sin anegar hogares ni pueblos transformó Valencia. La solidaridad no hace ruido pero tuvo gran efecto. La ayuda desbordó todas las expectativas.
En ese escenario de humanidad, Rambleta se convirtió en testigo de excepción. El espacio, situado en el camino que seguían los voluntarios para llegar hasta los pueblos arrasados por la riada, fue testigo de la desbordante generosidad. Allí se escribieron esas cifras de las que resultó la ayuda para 32.000 familias.
El documental es un homenaje audiovisual que muestra cómo, sin ser llamados, miles de desconocidos se convirtieron en uno solo, compartiendo el mismo impulso: ayudar y aliviar el dolor de quienes lo habían perdido todo.
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