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Los noveldenses pueden ver desde hoy en Netflix 'La viuda negra', la película que traslada a la ficción el caso criminal reciente que más dolor ha dejado en la población alicantina. ... Se trata del asesinato del ingeniero del municipio Antonio Navarro urdido por su esposa, María Jesús Moreno, y uno de sus amantes, Salvador Rodrigo, el 16 de agosto de 2017.
En la localidad alicantina del Vinalopó Mitjà, conocida por la industria del mármol, la uva o la producción de especias, es donde se gestó la relación entre Maje y Antonio. También donde ambos crecieron, se enamoraron y se casaron, además del lugar donde descansan los restos mortales de la víctima en un panteón familiar.
Es allí, en Novelda, en el interior de la provincia, donde siguen residiendo las familias de un matrimonio roto al cabo de un año de consagrarse por uno de los asesinatos más mediáticos y desconcertantes de la historia criminal, perpetrado en el barrio valenciano de Patraix.
Los creadores del largometraje tomaron la decisión de no rodar en Novelda o cambiar nombres (Arturo por Antonio), sin embargo el pueblo sí se cita, al igual que María Jesús Moreno. Los padres de Maje siguen habitando allí, cerca del negocio familiar de fontanería junto al que creció la joven noveldense y sus cuatro hermanos. Ella tiene hoy 35 años y habita con su bebé en la unidad de madres de la cárcel de Fontcalent. Cumple una condena de 22 años de prisión.
Su madre es María Dolores Cantó y ya es conocedora de que se estrena una película sobre el crimen de su hija. La progenitora, de hecho, es también recreada en la película con un aspecto bastante similar al real. Ambas, Maje y su madre, han sido siempre uña y carne, un apoyo mutuo. Quedó muy claro en la investigación policial que acabó con Maje inculpada. Pero la progenitora siempre ha creído en la inocencia de su hija, en que Salva la arrastró a un fatal destino porque estaba obsesionado con ella.
Como cada mañana, la mujer acostumbra a salir de su casa para realizar algunas compras en comercios cerca de su hogar. Con andares cansados y una profunda pena marcada en su tono de voz, atiende nuestra consulta con pocas palabras:
-¿Cómo asume la llegada de una película sobre el asesinato de Antonio?
-«Aguantando lo que venga», desliza.
«Ella (Maje) está bien, encarando la vida como puede», asegura María Dolores al ser preguntada por el proceso de reinserción de su hija y la maternidad desde julio de 2023. «Las familias estamos destrozadas», agrega mientras lanza una pregunta en referencia al hijo de Maje en prisión: «¿Qué culpa de nada tienen los nietos?». Y termina con una petición acorde a su profunda religiosidad: «Recemos todos».
Es evidente que el dolor persiste ocho años después del crimen a cuchilladas de 'El Caldós', el apodo cariñoso con el que era conocido Antonio por su carácter alegre y campechano. Él estaba muy implicado en la cultura del pueblo, en sus fiestas de Moros y Cristianos, como miembro de la Comparsa Astures fundada en 1970. Y sus amigos no le olvidan.
Vecinos y conocidos de la familia de Maje mencionan que en el pueblo «todos han sido bastante comprensivos» con los parientes de la asesina condenada. Entienden que sus padres, María Dolores y Antonio, «también llevan su cruz y lo están pasando muy mal». Así lo expresa una mujer que prefiere mantenerse en el anonimato, con vínculos entre su familia y los hermanos de la viuda.
«Yo no veré la película», avanza. «Hay demasiado dolor para nosotros. Es todo muy cercano y para mí es realmente duro recordar», reflexiona tras salir de la panadería donde compra la madre de Maje. «Los amigos de Antonio», agrega la vecina de Novelda, «siguen poniendo iconos de ángeles» cuando hablan de la víctima en redes sociales. «Era muy muy apreciado, un chico realmente estupendo», ensalza.
Mientras, asegura, los progenitores de Maje «siguen muy volcados con su hija», con visitas a su hija y a su nieto «una vez por semana, mínimo». La mujer estima que es «lo que cualquier padre haría en su situación». Por eso insiste en el «respeto que merecen» ante «esta situación tan complicada que les ha traído la vida».
En general, los jóvenes de Novelda sienten más curiosidad que los mayores ante el largometraje sobre el asesinato. Es el caso de Vera. Prefiere usar un seudónimo, «porque en los pueblos todos nos conocemos». Ella es una joven de 20 años que estudia Derecho. «Yo quiero ser jueza y estos temas me interesan mucho. Encima es algo que ha pasado en mi propio pueblo y que he seguido mucho en publicaciones de internet, en redes sociales». Ella espera encontrar respuestas en la película: «Es que es todo una gran locura. ¿Cómo pudo hacer alguien tan normal algo así». El mismo interés expresa Sergio Bañó, de 29 años, otro residente en Novelda. «Tengo curiosidad de saber cómo se plantea y es algo próximo», asegura.
Otra mujer de 57 años que tampoco quiere dar su nombre reflexiona a pocos días del estreno: «Ya no me importan los detalles. Yo conozco tanto a la familia de Maje como a la de Antonio y sé que sufren ocho años después. Los padres de la víctima ya no son lo que eran». Según resalta, «los asesinos saldrán un día de prisión. Antonio ya no volverá. No se merecía un final como ese», asesinado de seis cuchilladas en su garaje de la calle Calamocha de Valencia.
LAS PROVINCIAS ha intentado contactar con la familia de Antonio Navarro a través de su abogado en el juicio, Miguel Ferrer, cuyo equipo jurídico ejerció la acusación particular. Pero los parientes de la víctima declinan realizar declaraciones.
Otro comerciante consultado que también prefiere el anonimato confía en que la película «sea fiel a la realidad, porque son actos muy dolorosos y aunque sea una ficción todos aquí vamos a saber lo que está contando». Su intención es verla, si bien siente «cierta pena de que el nombre de Novelda salga por algo así» en un producto audiovisual «que seguramente va a llegar a mucha gente». Sería «mucho mejor», razona, «que nos conocieran por las muchas cosas buenas que tenemos, como la cultura, la industria, el modernismo, la gastronomía...». Como él, vecinos consultados sienten que la descomunal repercusión mediática de este caso les deja un yugo de popularidad negativa «parecido a lo de Alcàsser».
María tiene 43 años y su familia conoce al mayor de los hermanos de Maje. Para él, Víctor, todo resulta especialmente cruel y complicado. Era buen amigo de Antonio, compañero de estudios universitarios y fue un vínculo entre la víctima y su hermana. «Me consta que los hermanos de ella están contrariados. No lo tienen fácil para pasar página y seguir la vida». Sin embargo, María sí tiene intención de ver la película: «Quiero saber bien qué es lo que pasó y cómo pasó».
Mientras, Maje y Salva, los protagonistas de 'La viuda negra', cumplen sus condenas en prisión. Ella está en Fontcalent, a sólo 20 minutos en coche de Novelda. Él, encerrado en Picassent. Según ha podido saber este diario, el asesino y ejecutor material, condenado a 17 años de cárcel, sabe también de la película. Dentro de lo que ya asume como inevitable, el auxiliar de enfermería admira a Tristán Ulloa como actor. Él es el intérprete que se pone en su piel en el largometraje.
Según fuentes sindicales penitenciarias, en la cárcel no se pueden ver canales de pago y suscripción como Netflix, al menos de manera legal. Es sabido que algunos reclusos se las agencian para introducir teléfonos móviles de pequeño tamaño a pesar de la prohibición. Salvo quien busca la opción clandestina, «al no tener los reclusos conexión de internet sólo pueden ver la televisión en abierto», detalla uno de los funcionarios consultados.
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